1.2. Reconocer los elementos esenciales de un proyecto vital en clave vocacional y profesional desde la autonomía, la libertad y la responsabilidad social, con una actitud sincera de búsqueda de la verdad, teniendo en cuenta la propuesta cristiana y los valores sociales.
Hoy vamos a plantearnos un recorrido por quiénes somos, vamos a intentar comprendernos con analogías, ejemplos como el cubo, el océano,.... nos servirán para intentar descifrar el gran misterio que es el hombre.
ANALOGÍA CUBO-PERSONA
Fíjate en el cubo, al igual que éste, las personas somos una unidad, pero a la vez podemos observar sus distintas dimensiones. Si nos fijásemos solo en su dimensión física o biológica, nos quedaríamos sólo con un cuadrado, una dimensión muy pobre, la verdad. ¿Qué pasa si añadimos la dimensión psicológica?, por fin veríamos una especie de rectángulo, si lo tocamos tendríamos una arista que nos hace capaz de pasar de una dimensión a otra, pero no nos daría pistas de cómo conectar con los demás hasta que no descubrimos la dimensión social. Ahora sí que podemos ver la forma de quiénes somos:
Pero atención: ¿Está ese cubo vacío? Aquí está la clave de la persona, el cubo no está vacío, el cubo tiene la dimensión que completa a todas las demás, la dimensión espiritual.
Una vez que con la analogía descubrimos que nosotros seres humanos somos una unidad y a la vez tenemos varias dimensiones, tendremos que ver cada una de estas dimensiones:
SOMOS OCÉANO EN UN VIAJE ESPIRITUAL
Esta otra analogía distingue nuestra parte material de la espiritual, esta explicación la da Mario Alonso Puig, médico, escritor y experto en desarrollo personal español, conocido por sus conferencias y seminarios sobre liderazgo, creatividad, gestión del cambio y bienestar. Tras ejercer como cirujano durante 25 años, se ha dedicado a investigar y divulgar el potencial humano, combinando los criterios de la medicina y las neurociencias con la gestión empresarial.
LA GRAN PARADOJA
Como decíamos con las tres primeras dimensiones satisfechas sin cultivar la dimensión espiritual, en definitiva sin comprender el por qué y para qué de la vida rompemos nuestra unidad, repercute en la mental con pensamientos desagradables y como un castillo de naipes caen las otras dimensiones. Veamos en la presentación ejemplos en cómo se ven afectados las distintas dimensiones con actitudes superficiales.
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