martes, 10 de enero de 2023

PEQUEÑA PEDAGOGÍA

 PEQUEÑA PEDAGOGÍA PARA LEER LA BIBLIA

Esta metodología (Adaptada) ha ayudado a muchísimas personas a realizar una lectura de la Biblia de provecho, es un resumen tomado del libro Encuentro de Ignacio Larrañaga.

DISPOSICIÓN PREVIA:

1.-   Procura tener el alma vacía, abierta, tranquila, sin ansiedad, serenamente expectante, pues es el Señor el que viene, en su Palabra, a tu encuentro.

2.-    Una vez escogido el texto y después de invocar al Espíritu Santo, haz una lectura lenta, muy lenta, con pausas frecuentes, pensando que Dios te está hablando a ti, en este momento, con las palabras que estás leyendo.

3.-   Tiene que ser una lectura desinteresada, sin buscar utilidad alguna, como podría ser esforzarse por ver la solución a tus problemas…el Señor se manifestará libremente según sus designios y proyectos para tu vida.

LECTURA ESCUCHADA:

4.-   Mientras vas  leyendo lentamente, escucha a Dios; Estas palabras tan antiguas las está pronunciando el Señor en este momento para ti. 

5.-   Si algunas expresiones no “te dicen” mucho, o no las entiendes, no te quedes estancado o ansioso.  Pasa adelante con calma y libertad.

DETALLES PRÁCTICOS:

6.-   Puede suceder que algunas expresiones te conmuevan despertando en ti resonancias profundas y desconocidas.  Detente ahí mismo: da vueltas en tu mente y corazón, saboreando esas expresiones. Toma un lápiz y subráyalas, y escribe al margen una palabra o una breve frase que sintetice aquella impresión.

7.-   Cuando en la lectura escuchada aparezcan nombres propios como Israel, Jacob, Samuel, Moisés…sustitúyelos por tu propio nombre personal, pensando y sintiendo que el Señor está dirigiéndose a ti con tu propio nombre.

8.-   Si la lectura no “te dice” nada, quédate tranquilo y en paz. Podría suceder que ese mismo pasaje, leído otro día, “te diga” mucho. La “hora” de Dios no es nuestra hora.

9.-   Déjate inundar por dentro de las vibraciones y emociones que se desprenden de la proximidad de Dios.  Y “conserva la Palabra”, es decir: que sigan vibrando en tu interior esas resonancias a lo largo del día, como María, medita todo en el corazón.

COMPROMISO DE VIDA:

10.-   Procura cuestionar tu vida a la luz de la Palabra, aplicando permanentemente la Palabra escuchada a la situación concreta de tu vida, preguntándote a cada momento: “¿Qué me está diciendo Dios en esta frase para mi vida?», «¿en qué sentido los criterios divinos encerrados en esta Palabra interpelan mi modo de pensar y actuar?», «¿en qué aspectos debo cambiar?», “¿qué haría Jesús en mi lugar?”.  En la medida en que tu mente se adapte a la “mente” de Dios, serás discípulo del Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario